Hay muchas razones para organizar un viaje a Japón. El hecho de que este país conserve una cultura tan diferente a la nuestra, desde la cocina hasta la religión, la moda, e incluso los pequeños aspectos de la vida cotidiana, como la forma de relacionarse con los demás o de divertirse, hace que visitar el País del Sol Levante sea una experiencia única y extraordinaria.
¿Algunos motivos al azar? Una cocina exquisita y deliciosa, una población acogedora a pesar de la barrera lingüística, templos, festivales, manga, hoteles cápsula, mil maravillas tecnológicas nunca vistas ni oídas antes, la floración de los cerezos, las ceremonias del té, los parques y jardines, los baños termales (onsen) y mucho, mucho más.
Aquí arriba le mostramos nuestras mejores ofertas para visitar este extraordinario país a precios económicos y a continuación le damos algunos consejos sobre las cosas que definitivamente no debe perderse, ¡que no son pocas! Buen viaje.
Documentación: pasaporte vigente, billete de avión de regreso.
Visado: non necessario per motivi di turismo e per un massimo di 90 giorni di permanenza
Moneda: Yen (JPY)
Enchufes: diferentes a los de España, se necesita un adaptador.
Licencia de conducir: se requiere la licencia internaciona
Idioma: japonés, inglés (no muy extendido, especialmente fuera de las grandes ciudades). Se recomienda altamente el uso de un traductor electrónico simultáneo.
Religión: predominantemente budista y sintoísta, y en un porcentaje muy pequeño, cristiana.
Huso horario: +8 horas respecto a España; +7 horas cuando en España es horario de verano.
Estaciones: similares a las nuestras en cuanto a temperaturas: el mes más frío es enero y el más cálido es agosto.
Dado que Japón se extiende a lo largo de una amplia latitud, el clima varía según la zona. En general, es muy frío en el norte durante el invierno, templado en las regiones centrales y casi subtropical en las islas del sur.
Las lluvias son muy frecuentes en todo el país, especialmente en verano y otoño. Japón se encuentra en la trayectoria de los tifones, que afectan el país desde junio hasta octubre, siendo más frecuentes de agosto a principios de octubre.
La elección del mejor momento para visitar también depende mucho de la región que se desea explorar, pero en general, las estaciones son similares a las nuestras con inviernos fríos de diciembre a marzo y veranos cálidos de junio a septiembre.
Dado que está sujeto a diferentes climas, es complicado señalar un periodo óptimo para visitar Japón. En general, probablemente sea mejor elegir la primavera, especialmente abril y mayo.
Claramente, si el objetivo es presenciar el hanami, la floración de los cerezos, se puede adelantar unos días y partir en la tercera decena de marzo.
Por lo tanto, el país es adecuado para vacaciones en varios periodos del año, siendo el verano y la primavera las mejores estaciones por el clima.
Tren: rápido, puntual y muy extendido por todo el país, es el medio de transporte más utilizado. No es precisamente económico, considere adquirir el Japan Rail Pass.
Autobús: una amplia red de autobuses conecta las ciudades con servicios diurnos y nocturnos, cubriendo también áreas a las que no llega el tren. Los tiempos son mayores en comparación con el tren, pero se ahorra considerablemente, especialmente si se viaja de noche y se economiza en hotel. Considere adquirir el Japan Bus Pass.
Alquiler de coches: no lo recomendamos si visita grandes ciudades, pero si desea desplazarse a pequeños centros y zonas rurales, tener su propio vehículo puede ser conveniente. En ese caso, asegúrese de tener una licencia internacional, ya que es necesaria.
Tal vez sea por la gran diversidad de paisajes que alberga o por la cultura milenaria que encierra, Japón es uno de esos países que deberían visitarse al menos una vez en la vida. Subrayamos la palabra “al menos”, porque para disfrutar de sus muchas maravillas, sin duda se necesitarían varios viajes.
A continuación, le describimos brevemente cuáles son sus principales atracciones, que ciertamente no se pueden perder durante un viaje a Japón.
Te recomendamos visitar sus barrios tan diferentes entre sí, empezando por el centro de la ciudad, el Palacio Imperial en el barrio de Ginza, el más famoso de todo Japón, y luego pasar a todos los demás:
Asakusa: junto al río Sumida, un barrio tranquilo para escapar del caos de la ciudad.
Akihabara: un himno a la tecnología, para los aficionados a la electrónica.
Shibuya: megapantallas, tiendas, restaurantes, love hotels y una altísima concentración de gente en las calles.
Shinjuku: excelente para ir de compras, repleto de enormes centros comerciales.
Ikebukuro: no te pierdas la Sunshine City.
Roppongi: conocido por el rascacielos Mori Tower y la vida nocturna.
Harajuku: el barrio perfecto para los amantes del Cosplay.
Ueno: el barrio cultural por excelencia, repleto de museos, galerías de arte, santuarios y templos.
La costa: tanto al norte como al sur, justo fuera de la ciudad, podrás admirar el majestuoso Océano Pacífico.
Kyoto: no te pierdas el mercado Nishiki, el templo zen Kinkaku-ji (el Pabellón de Oro), el Pabellón de Plata, el encantador sendero Fushimi Inari Taisha, el templo sagrado de Ginkakuji; pero también el Castillo de Nijo, hogar del shogun y hoy Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Sanjusangendo, el Kiyomizudera (Templo del Agua Pura), la Villa Imperial de Katsura y el Palacio Imperial de Kyoto, donde vivió la familia real hasta 1868 antes de trasladarse a Tokio. No te pierdas una visita a la Foresta de Bambú de Arashiyama, donde se respira una atmósfera mágica. Tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, Kyoto es casi exclusivamente la única ciudad donde admirar las construcciones japonesas originales.
Osaka: en la tercera ciudad del país por número de habitantes no te pierdas: el Castillo de Osaka, el antiguo Santuario de Sumiyoshi Taisha, el templo budista de Shitennoji, el encantador parque de Minoo, pero también los Universal Studios y el Acuario. Los amantes de las compras y de la gastronomía apreciarán el animado barrio de Minami. El terminal del aeropuerto internacional local, Kansai, fue diseñado por el famoso arquitecto genovés Renzo Piano.
Nara: la cuna de la literatura y el arte japonés alberga espléndidos templos y santuarios, como el Templo Todaiji, el santuario budista de Toshodai-ji, el Palacio Heijo, el Templo de Horyuji y el de Yakushi-ji. También merece una visita los Jardines de Isuien, el Parque de Nara, famoso por sus ciervos japoneses, el sendero de Kasuga Taisha y el Monte Yoshinoyama.
Isla de Hokkaido: paisajes y panoramas fantásticos. Situada en el norte de Japón, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Bosques, montañas, volcanes, lagos, todos ellos encerrados en parques nacionales que se pueden explorar a pie o en bicicleta. No te pierdas: Shiretoko, Daisetsuzan y sus famosas termas de Asahidake Onsen y Kogen Onsen, y Kushiro, con el espléndido Lago Toya y las termas de Noboribetsu Onsen.
Okinawa: las islas pertenecen al archipiélago japonés de las Ryūkyū y se caracterizan por un clima casi tropical. Si lo que buscas son playas prístinas y relajantes, Okinawa es el lugar para ti. Una curiosidad: de Okinawa proviene el famoso arte marcial del karate.
Cada año en primavera, muchos japoneses se reúnen para celebrar el Hanami, es decir, para disfrutar de la belleza de la floración primaveral de los árboles entre finales de marzo y mediados de abril.
La floración de los cerezos, conocida en japonés como sakura, es la más famosa. Hay muchos lugares donde puedes admirarla: el Philosopher’s Path en Kioto, el Ueno Park y el Yoyogi Park en Tokio, el Himeji Castle cerca de Tokio, el Monte Yoshino en la prefectura de Nara o el Kemasakuranomiya Park en Osaka.
Las fechas varían y no es posible prever con mucha anticipación el día exacto en que comenzará. Existe un sitio oficial para las previsiones de la floración, el Cherry Blossom Forecast, que proporciona las primeras estimaciones precisas sobre fechas y lugares en enero.
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