A veces para llegar a tu destino de ensueño necesitas coger un vuelo transoceánico. El problema con estos viajes no son las horas de vuelo, que son un montón, sino estar atado a un asiento mini que no te permite moverte con libertad. Vamos, que no todo el mundo puede permitirse comprar un billete de clase ejecutiva y mucho menos de primera clase. Lo normal es viajar en clase turista.
Si todavía no has salido y ya estás sufriendo con esas ocho, diez o doce horas de vuelo que te esperan, tenemos la solución. Hay formas de hacer un viaje largo mucho más llevadero. Sigue estos trucos infalibles y sobrevive a tu próximo vuelo de larga distancia.
El asiento que elijas influye más de lo que piensas en tu comodidad. Por eso suelen cobrarlo. ¿La buena noticia? Puedes conseguir un buen asiento sin pagar extra siguiendo unos cuantos consejos:
Asegúrate de hacer el check-in online apenas esté disponible (normalmente, 24 horas antes del vuelo). Muchas aerolíneas permiten elegir el asiento durante el check-in, a veces sin coste alguno o a cambio de una tarifa asequible. Y lo mejor es que este tipo de beneficios son más comunes en vuelos transatlánticos.
El check-in online tiene otras ventajas. Como tienes tu tarjeta de embarque impresa o en el móvil, puedes saltarte las colas, dejar tu equipaje y pasar directamente a la sala de embarque.
Si viajas solo y te dejan elegir gratis, te aconsejamos seleccionar un asiento de pasillo en una fila de dos. Así, si la plaza junto a ti queda vacía, podrás aprovechar ese espacio extra.
¿Viajas en pareja? Reserva un asiento de ventanilla y otro de pasillo. La mayoría de los pasajeros evitará escoger el del medio, lo que aumenta las probabilidades de que quede libre.
Sí, la última fila tiene mala fama: está cerca del baño y puede que el respaldo no se recline del todo. Pero si el avión no va lleno, podrías acabar con toda una fila para ti.
Eso se traduce en más espacio para estirar las piernas o poner tu mochila y un mejor sueño durante el viaje. Un lujo inesperado, ¿no crees?
Si eres alto o tienes las piernas largas, elige tu asiento cerca de la salida de emergencia o junto a un panel. Antes de hacer clic y confirmar tu elección, revisa la configuración del avión. Algunos asientos no son reclinables.
Ante el miedo a volar, evita los asientos de la parte trasera, ya que ahí las turbulencias se sienten con mayor intensidad. Los que están cerca de las alas son los más estables.
Ahora que ya tienes el asiento perfecto, te mostraremos cómo sobrellevar las largas horas de viaje.
Los pasajeros siempre se apresuran a subir al avión, pero si no necesitas mucho espacio para tu equipaje de mano, ¿para qué luchar? Abordar con el último grupo te ahorrará las colas, el estrés y las aglomeraciones. Además, tiene una ventaja extra: no tendrás que pelearte con otros pasajeros a la hora de guardar tu mochila.
En el avión suele hacer frío. De ahí que lo mejor sea llevar ropa cómoda y en capas. Los vaqueros ajustados y los tejidos sintéticos pueden resultar incómodos, así que te aconsejamos evitarlos.
Lo ideal es optar por pantalones largos y anchos, una camiseta holgada (si es de algodón, mejor) y una sudadera o chaqueta ligera.
Empacar unos calcetines gruesos te ayudará a entrar en calor, en especial si eres una persona friolera.
🏴☠️ Consejo pirata: Una cosa es la temperatura del avión y otra el clima del destino final. Si planeas ir de vacaciones a un lugar cálido como la playa, lleva un par de prendas extra en tu equipaje de mano. De esta manera, podrás cambiarte al aterrizar.
Permanecer sentado durante mucho tiempo puede afectar la circulación sanguínea. Para evitar problemas de coagulación, camina por el pasillo cada cierto tiempo. Mientras estés en tu asiento, tira y estira los pies. Otro ejercicio que te puede servir es hacer círculos con los tobillos.
Se trata de cosas simples que pasan desapercibidas. Así que no te preocupes, que nadie te tomará una foto en una postura extraña para compartirla en Instagram.
Antes de un viaje de larga distancia, te conviene descargar algunas pelis o esa temporada de tu serie favorita que aún no has visto. Ah, y no te fíes de los enchufes de la cabina. Asegúrate de que la batería de tu portátil esté al 100 %.
Cuando vuelas con aerolíneas de bajo coste, el entretenimiento a bordo no suele venir incluido. Y créenos, un vuelo de diez horas sin nada que hacer parece de veinte.
Empaca tu kit de viaje con lo básico para refrescarte antes de aterrizar:
Desodorante
Pasta de dientes
Cepillo de dientes
Bálsamo labial
Crema hidratante
Después de un vuelo transatlántico podrías parecer un zombi. Pero con los productos y mimos adecuados, empezarás tus vacaciones fresco y radiante.
🏴☠️ Consejo pirata: ¿Te queda suficiente espacio en el equipaje de mano? Entonces, no olvides llevar una almohada cervical para el cuello, un antifaz para conciliar el sueño, tapones para los oídos y auriculares.
Es fácil deshidratarse en el avión y la falta de agua es un engorro porque, entre otras cosas, provoca dolor de cabeza, calambres, sensación de piernas cansadas, sequedad en la piel, etcétera. Asegúrate de beber suficiente agua para prevenir cualquier malestar.
Intenta comer ligero en el avión, en especial en los vuelos largos o viajes combinados. Las comidas procesadas o ricas en grasas son difíciles de digerir. Así que, aunque te apetezca, guarda ese chocolate que compraste en la tienda del aeropuerto para otro momento.
Tras un vuelo largo, es normal padecer insomnio por el desfase horario. Para minimizarlo:
Tan pronto como subas al avión, cambia tu reloj usando la hora de tu destino.
Intenta dormir o mantenerte despierto durante el vuelo. Guíate por el horario del país de destino.
Cuando aterrices, expón tu cuerpo a la luz solar lo antes posible.
Estos consejos no solo te sirven para afrontar un vuelo transoceánico con éxito, sino también para los viajes combinados o con escalas. ¡No hay de qué!
🏴☠️ Consejo pirata: Unos días antes del viaje, ajusta tus horas de sueño y vigilia. Tu reloj circadiano te lo agradecerá.
Poniendo en práctica estos trucos de experto, tu vuelo se hará mucho más llevadero. ¡Nos vemos al otro lado del charco!
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