

París es una de las ciudades más icónicas del mundo, sí, pero ojo, que no hace falta tener la cartera llena para que te enamores de ella. En 2025, la "Ciudad de la Luz" está más accesible que nunca: tienes museos gratis, vistas que te dejan sin aliento, street art, eventos al aire libre y barrios con una vidilla increíble.
Aquí te dejo 15 ideas para vivir París sin gastar un euro, mezclando esos planes súper clásicos con joyitas que están más escondidas y que solo los que se mueven de verdad por la ciudad saben encontrar.
Desde el Jardín de Luxemburgo hasta las Tullerías, París es un no parar de parques que son perfectos para respirar un poco, leer o simplemente observar a la gente. Con sus fuentes, estatuas y esas sillas verdes tan típicas, estos sitios te muestran el día a día de los parisinos: se toman sus descansos con calma y tienen sus pequeños rituales.
Un consejo de pirata: ve a primera hora de la mañana o al atardecer si quieres pillarlos en plan paz total.
Aunque solo sea por ver la fachada, la catedral de Notre-Dame ya vale la pena. Después de la restauración, domina otra vez la vista del Sena. Date una vuelta por la Île de la Cité, mira cómo se refleja todo en el agua e imagínate la vida que pasaba por ahí hace siglos: es uno de los planes más bonitos.
Este es un edificio lleno de color en pleno centro, donde un montón de artistas crean, exponen y viven el arte a tope. El 59 Rivoli es como un laboratorio abierto, con muchísima energía y un espíritu súper independiente. La entrada es gratis, y cada vez que vas es diferente: entre esculturas, pintura y actuaciones, es imposible que no te inspire.
En Belleville, las paredes te cuentan historias. Hay murales, stencils y grafitis que convierten cada calle en una galería de arte urbano que siempre está cambiando. Aquí es donde nacen tendencias y lenguajes creativos, en un barrio que mezcla culturas y generaciones. Tómate tu tiempo para explorarlo a pie y descubrir las obras que van cambiando con las estaciones del año.
En el distrito 11, el Marché d’Aligre es un sitio súper auténtico de París. Entre puestos de fruta, quesos y antigüedades, vas a respirar el ambiente real de los barrios populares. Aunque solo sea pasear entre tanto color y olor del mercado, merece la pena.
Revive ese ambiente mágico de la película Amélie (El fabuloso destino de Amélie Poulain) dando un paseo por Montmartre. Desde el Café des Deux Moulins hasta los callejones empedrados que llevan al Sacré-Cœur, cada esquina parece sacada de una película. Sube hasta la basílica, siéntate en las escaleras y disfruta de la vista más romántica de la ciudad.
Ojo, que no tienes que comprar nada para acceder a una de las vistas más espectaculares de París. La terraza de la última planta de las Galerías Lafayette te regala un panorama alucinante de la Ópera Garnier y los tejados de la ciudad. El mejor momento es al atardecer: vienes, disfrutas del espectáculo de luces doradas y sacas unas fotos de postal perfectas.
Por las calles elegantes y los patios interiores del Marais se respira la historia más auténtica de París. El barrio es una mezcla de arte, arquitectura y ese espíritu bohemio. Pasea sin rumbo, métete en los patios, haz una parada en la Place des Vosges: es como un oasis de tranquilidad donde la vida pasa despacio entre soportales y bancos a la sombra.
Subir las escaleras del Sacré-Cœur es una tradición en París. Desde ahí arriba, la vista de la ciudad es íncreible: una alfombra de tejados, luces y un horizonte que va cambiando de color con el sol. La basílica es gratis y sus jardines son bonitos para hacer una pausa tranquila. Quédate hasta que anochezca para ver cómo se ilumina París justo debajo de ti.
No hay nada más parisino que un picnic en la orilla del río Sena. Tráete una baguette, queso y algo de beber, y busca tu sitio perfecto entre un puente y otro. Mientras el sol se refleja en el agua y los barcos pasan despacio, te darás cuenta de que la felicidad en París puede ser así de simple...
Hay varios museos en París que te abren las puertas sin que tengas que pagar entrada. El Petit Palais, con sus colecciones de arte y su jardín interior, o el Musée Carnavalet, dedicado a la historia de la ciudad, son dos joyas que no te puedes perder.
Son sitios más pequeños, bien cuidados y casi nunca están abarrotados: son perfectos para darte un capricho cultural y que no le duela a tu cartera.
Cada 21 de junio, París se convierte en una sala de conciertos gigante al aire libre. Desde las plazas a los parques, de los bares a los puentes, cada esquina vibra con música en directo. Hay de todo: Jazz, rock, electrónica o folk. El ambiente es pura fiesta. Es una noche en la que toda la ciudad baila.
Entre lo más interesante que tiene París están los passages couverts, que son galerías con techos de cristal y suelos de mosaico que esconden librerías, tiendas y cafés de otra época. La Galerie Vivienne y el Passage des Panoramas están entre los más bonitos: es un viaje en el tiempo gratis y que además viene perfecto para los días de lluvia.
Si lo que quieres es escapar del turismo masivo, vete a descubrir parques menos conocidos como el Parc des Buttes-Chaumont o el Square Louise-Michel. Entre colinas, lagos pequeños y vistas de la ciudad, estos sitios te dan un rincón de paz que no te esperas. Tráete un libro o simplemente siéntate a ver pasar el mundo, igual que hacen los parisinos.
Entre puentes de hierro, esclusas y aguas tranquilas, el Canal Saint-Martin es uno de los sitios con más encanto de París. Es perfecto para darte un paseo por la tarde o para tomarte un descanso con los pies colgando sobre el agua. Es un rincón poético que tiene toda el alma bohemia de la ciudad..
Una antigua línea de tren reconvertida en un camino peatonal y zona verde que rodea París. Es perfecta para un paseo distinto, entre naturaleza, street art y vistas poco comunes. Cada tramo tiene su propia atmósfera, del distrito 15 al 20.
En el pequeño Square Jehan Rictus, en Montmartre, está el famoso Mur des Je t’aime: 612 baldosas con la frase "Te quiero" escrita en más de 300 idiomas. Es un sitio simbólico y poético y súper querido por quienes buscan el lado más romántico de París.
Aunque no vayas a visitar el museo, puedes subir gratis (o con una pequeña contribución simbólica) a la terraza panorámica. Desde aquí la vista de la ciudad es alucinante: una perspectiva moderna, llena de color, entre tuberías y líneas futuristas.
Uno de los jardines botánicos más bonitos de Europa, abierto al público gratuitamente. Invernaderos, parterres perfumados y paseos arbolados. Ideal para relajarse después de explorar el Barrio Latino.
No es solo un lugar de recuerdo, es un museo al aire libre entre estatuas y senderos arbolados. Aquí descansan Oscar Wilde, Jim Morrison, Édith Piaf y muchos otros. Es un sitio muy evocador y gratuito que te enseña otra cara de la ciudad, más silenciosa y profunda.
Desde que las hicieron peatonales, las orillas del río en la Rive Gauche se han convertido en un espacio de vida urbana: lecturas al aire libre, artistas callejeros, grupos tocando o improvisando bailes al atardecer. El lugar perfecto para tomar algo al anochecer...
El ayuntamiento de París alberga durante el año exposiciones de fotografía e instalaciones gratuitas. Los espacios de exposición son de altísima calidad y te permiten descubrir la ciudad a través del arte y la memoria colectiva. ¡Eso sí, comprueba siempre los horarios antes de ir!
Con un poco de curiosidad y ganas de aventura, París se convierte en una ciudad para vivirla sin límites, ¡incluso con la cartera cerrada! Desde las terrazas a los jardines, de los canales a los callejones bohemios, cada rincón te cuenta una cara diferente de la capital francesa.
No hace falta gastar, solo hace falta perderse.
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